Y colocar esa base, ir construyendo ese andamiaje no es más que dejar a los niños en libertad para que PIENSEN, ACTÚEN, TOMEN SUS DECISIONES Y EXPRESEN SUS EMOCIONES. Por eso me gusta ABRAZAR sus corazones y ESTIMULAR sus mentes.
Sólo así llegaremos un día a escuchar de sus bocas decirnos que…LES GUSTA ESTAR CON NOSOTROS EN CLASE.
Empezamos nuestra andadura juntos leyendo la biografía de Helen Keller, a la que admiro profundamente. Se la presento en clase, les leo un breve texto sobre la vida y obra de esta gran mujer. No les gusta leer…pero les encanta escuchar cómo lo hago yo. Me miran, me observan y yo los miro también,…tratando de contagiar mi entusiasmo, regalando sonrisas y haciendo pausas de vez en cuando para contar algo gracioso que los mantiene atrapados. Se ríen y después vuelven a centrarse en la aventura. Reflexiono sobre lo que el texto me inspira, dejando un trozo de mi, quiero mostrarme ante ellos. Sé lo que siento, y soy consciente de que mi relato calará en ellos de maneras muy diversas, así como diversos son ellos. Que sean en ese momento lo que quieran ser, que sientan lo que deban sentir…
Sucede el milagro, la magia está presente…van entrando en la historia de Helen Keller; ellos conocen una niña en el pueblo con problemas auditivos, que más allá de sus dificultades y con un gran afán de superación acude a clases de gimnasia rítmica. Helen les recuerda a ella, conectan mi propuesta con su experiencia de vida real.
¿Y cómo lo hace para bailar?…les pregunto yo.
La profesora le hace unas señales…me cuentan ellos. En el fondo les encanta sorprenderme con sus propios relatos. Saben que yo no lo sé todo, y saben que yo aprendo junto a ellos. Yo no soy la única referencia de conocimiento, por lo que su VOZ es también importante. Es así como sentirán que el momento es también SUYO.
Les voy preguntando sobre el problema de la niña de la que me hablan, si saben por qué hay un problema, si saben si hay posibles soluciones, si se les ocurre la manera de comunicarse con ella, si piensan en qué diferentes alternativas tienen para solucionar el problema de comunicación que ellos ya han previsto…Están pensando…sobre la resolución de problemas en la vida real. Yo sólo los guío con preguntas.
¿En qué se parecen Helen Keller y la niña de la que me hablan?
¿En qué se diferencian?
¿Cuáles son las similitudes y diferencias importantes?
¿Qué conclusiones sacamos?
Están pensando…comparando y contrastando a dos personas con limitaciones, pero con algo muy importante en común. Su perseverancia y tesón a pesar de las dificultades en la vida. Una gran lección.
Estamos inter-actuando y así trabajamos las estrategias para escuchar bien. Practicamos la escucha, prestamos atención a quien nos aporta datos interesantes y se lo agradecemos. Todos SOMOS IMPORTANTES. Mostramos que hemos entendido lo que alguien ha aportado porque yo misma parafraseo lo dicho con mis palabras…y pido más información, haciendo preguntas de aclaración. Y así trabajamos los hábitos de la mente que les ayudará a pensar de una manera más eficaz. Escuchar con comprensión y empatía, comunicar con claridad y precisión, preguntar y plantear problemas,…
No será tarea memorizar la biografía de Helen Keller, sin embargo sé que la mayoría de ellos no la olvidarán.
Y aprovecho para lanzar un mensaje...
Ese mensaje que no quiero que olviden NUNCA…
Y en ese preciso momento están preparados y motivados para seguir al día siguiente preparados para seguir PENSANDO CON EFICACIA y RECIBIR ABRAZOS EMOCIONALES.
Y así es, entro al día siguiente en el aula y ya me empiezan a contar que…bla,…bla,..bla,…
Seguimos tejiendo la tela y construyendo los andamiajes, sobre una base segura.