lunes, 25 de mayo de 2015

PADRES DE…PELÍCULA - #Apadres


Cuando yo era niña…en mi casa y las casas de la mayoría de mis amigas...la mujer…es decir, la madre, era la todopoderosa en el hogar o mejor dicho en el cuidado del hogar y los hijos. El marido, el padre, era necesario para la supervivencia económica y para cuando hubiera desórdenes de dimensiones más bien grandes. Recuerdo que una de mis amigas, solamente una entre una treintena de niñas que convivíamos en la misma clase…hablaba de su padre con absoluta admiración, él era un ídolo para ella y nos contaba cosas de su padre que nos resultaban extrañas. Las demás queríamos mucho a nuestros padres y sabíamos que ellos nos querían a nosotras…pero nuestras madres eran quienes tenían el monopolio de lo emocional. Y el padre que conocíamos daba más bien una imagen firme que se resistía a mostrar sus sentimientos, era el símbolo de la seguridad…pero también el que proveía y a veces se perdía ver crecer a sus hijos por estar tan ocupado en su trabajo.

Mi padre sí daba señales de su gran sensibilidad…puede que no fueran demasiado explícitas, pero las fui descubriendo poco a poco. Las fui percibiendo cuando me hice algo mayor. Mi mayor impacto se produjo cuando él sufrió una operación y vi cómo agradecía que día a día fuera a visitarlo al hospital. Si bien quería disimular y mantenerse en su papel de hombre fuerte y rudo…su compañero de habitación me contaba que si me retrasaba un poco en mi visita diaria, mi padre se ponía nervioso…y que él se daba cuenta de cómo le cambiaba el rostro cuando yo hacía acto de presencia. Y en verdad hizo que conociera una faceta que él tenía escondida, oculta…pero latía en su interior deseando salir al exterior. Supongo que no encontró oportunidad de expresarse antes. En todo caso…siempre fue un buen padre y lo sigue siendo.

Hoy en día, creo que la función paterna es bien distinta, creo que tiene un nuevo sentido y una nueva dimensión. Los padres abrigan a sus hijos, los arropan, los abrazan y acarician…se abren a las necesidades más sutiles de sus hijos: las emocionales y las psíquicas. Los padres trabajan el vínculo afectivo y amoroso con sus hijos día a día, de la misma manera que las madres. Ellos quieren desarrollar sus aspectos emocionales y permitir que esa cualidad que ellos también poseen, ayude a construir hijos más sanos. El padre aporta elementos esenciales en la crianza de los hijos.

Ahora los padres ya no tienen temor a mostrar su propias emociones, porque saben que cuando su debilidad es el amor, son las personas más fuertes del mundo…saben que no por mostrarse emocionales dejan de transmitir seguridad y estabilidad…sino todo lo contrario…saben que ser sensibles no está reñido con su fortaleza y coraje.

Puede que los padres actuales, quieran comprometerse a ser la clase de padre que tuvieron ellos mismos o el padre que hubieran deseado tener. Por eso…no “ayudan” con los hijos para aliviar a la madre, sino que comparten responsabilidades, participan del cuidado de los niños en diferentes actividades cotidianas. Son padres cercanos, cariñosos y tiernos muy distantes de ser modelos autoritarios, fríos y lejanos.

Por eso creo que dedican más tiempo para sus hijos que los padres de antaño, que sacan horas, minutos y segundos hasta debajo de las piedras para dedicar a sus hijos lo mejor que pueden darles…tiempo... y por muy apretadas que sean sus agendas…casi siempre están disponibles. Por eso también saben comunicarse con los niños, saben escucharlos y atender sus necesidades. Se interesan de corazón y eso hace que los mismos niños se abran a sus padres con absoluta naturalidad. Además de lo anterior, entienden que pueden disciplinar a los niños con amor…y que precisamente los debe disciplinar si los ama…pero no pierden ocasión de alabar a sus retoños cuando deben hacerlo ya que entienden que “las palabras dichas a su tiempo son como manzanas de oro con adornos de plata” y que los elogios enriquecen a los niños como seres humanos además de elevar su propia autoestima.

Así, hoy por hoy, no es difícil de encontrar padres de película…similares a los que alguna vez hemos visto en la gran pantalla. Están por todas partes…y se dejan ver…dejan su esencia allí donde van…


…como Guido Orefice, en la película “La vida es bella”, un italiano descendiente de judíos que es deportado a un campo de concentración nazi junto a su hijo Josué y su mujer. Este padre explica a su hijo con una deliciosa sutileza que todo lo que sucede en ese horrible campo de concentración es un juego…todo para tratar de salvar la vida de su familia. Muchos padres lo hacen con sus hijos…doy fe de ello…lo he visto con mis ojos…cómo tratan de quitar hierro a situaciones de la vida para tratar de proteger a sus hijos…y serenarlos...

…o como a Travis, en la película “París, Texas”...un hombre que tras cuatro años de amnesia se reencuentra con su familia y al hacerlo, descubre que tiene un hijo de siete años que ha sido criado por su hermano. Si bien al comienzo, ambos son dos seres extraños, poco a poco van conociéndose y estrechando los lazos de una manera tan sólida que hasta emprenden juntos un viaje en busca de la madre. Padres que luchan por establecer un vínculo de calidad con sus hijos y padres modelos que nos muestran un bello ejemplo de complicidad entre ellos y sus hijos...

… o podemos recordar a Marlin Francisco, quien va en busca de su pequeño hijo Nemo y cruza mares inmensos para lograr su objetivo en la película animada “Buscando a Nemo". Un padre que se queda sin su compañera y él sólo, se enfrenta a sus propios miedos y arriesga su vida para recuperar al hijo que ha perdido. ¡Cuantos padres he visto en tesituras similares! Padres que han perdido a sus esposas y han alzado la cabeza, se han levantado del suelo para educar a sus hijos. Hay muchos de ellos por todas partes.

Permitidme que termine con el ejemplo de Derek Redmon. Es este un caso real, pero podéis encontrar sus vídeos en la web si os interesara verlos. Una historia de un padre compañero, muy compañero…que burla todos los sistemas de seguridad y salta a la cancha de atletismo para acompañar a su hijo camino a la meta. Derek Redmon se lesionó en plena carrera, en las Olimpiadas del año 92. Había pasado toda una vida preparándose físicamente para afrontar el reto de su vida que se no pudo superar por un fuerte dolor en su pierna. Redmon tuvo que parar en seco…ya que el dolor no le dejaba continuar. En contra de todo pronóstico…se levantó y decidió que iba a finalizar la carrera que había iniciado. Un hijo que lloraba de dolor y un padre que lloraba de orgullo. ¡Cuantos de vosotros...padres os sentís orgullosos de vuestros hijos y os emocionáis con ellos, aún cuando no consiguen superar lo que se han propuesto! 

Este texto está especialmente escrito para ti, PADRE, que entiendes que tus hijos se sentirán más seguros, más felices…que serán más creativos y capaces de arriesgar y explorar…si tú mismo tienes VIDA, ILUSIONES y PROYECTOS PROPIOS. Que no utilizas a tus hijos para llenar tu vida y sigues creciendo en tu camino…sin abandonar en ningún momento el rol que ejerces, el de padre. Tú también eres un padre...

…de película.

Tu película continúa en Anajes.com/Apadres 

lunes, 18 de mayo de 2015

EN ALGÚN LUGAR…FRÍO


A TODOS aquellos que han pasado por momentos de angustia en algún despacho de un psicólogo…deseando y temiendo al mismo tiempo consultar qué es lo que sucedía con su hijo. A TODOS los que hayan descubierto en su niño…un pequeño rodeado de una sombra de silencio, sumido aparentemente en una profunda soledad,…y lo hayan llevado de la mano a alguna consulta en la que algún experto pudiera confirmar sus sospechas…a TODOS los que rodeados por el miedo en alguna sala de espera, han tenido que recibir una noticia que jamás quisieron escuchar, pero que al mismo tiempo necesitaban conocer…para poder entender las incógnitas que rodeaban a su pequeña criatura…con un comportamiento que no podían comprender…a todos los que escucharon aquel fatídico día…“SU HIJO ES AUTISTA” y...

...a TODOS los demás…que estamos invitados a conocer ese complejo mundo que tanto nos cuesta comprender, para poder ayudar y apoyar a estos niños cuyas miradas a veces no tienen visión, que perciben el mundo de manera caótica e impredecible, que interrumpen la linea comunicativa y parece que se hubieran marchado y están EN ALGÚN LUGAR…al que no se puede acceder...

...Y a ELLOS en especial…que necesitan nuestro acercamiento a su mundo particular.

A TODOS, quiero contaros lo que sentí y percibí cuando entré por vez primera al aula de un grupo de niños de tres años, dónde convivía Berto…que me enseñó tantas cosas, que me motivó a empaparme de libros que tratan sobre su problema y al que debo agradecer que me enseñara...que él es un PENSADOR Y APRENDIZ VISUAL y necesita imágenes para comprender y asimilar mejor aquello que tratamos de enseñarle. He aprendido que conocer su comportamiento no es sinónimo de comprenderlo y que es difícil explicar a los demás las razones de por qué se comporta como lo hace…harto difícil si hay que explicárselo a sus compañeros…aún tan pequeños que ven la conducta de Berto contradictoria a las pautas de conducta que su maestra ha tratado de enseñarles a ellos mismos durante tanto tiempo.


Berto se incorporó al colegio a mediados de curso, cuando parecía que la clase estaba dominada en lo que a disciplina se refiere. Quienes somos padres y madres o docentes, sabemos de las dificultades de un niño pequeño de permanecer sentado mucho tiempo realizando la misma actividad. Los más pequeños precisan de actividades cortas y muy atractivas si no queremos que “se vayan con la música a otra parte”. Su poder de desconexión si algo no les atrae lo suficiente es enorme y no saben disimular su descontento cuando algo no les satisface, por lo que nos obliga a diseñar actividades de su interés para poder retenerlos con nosotros. Por eso siempre pienso que los profesionales que trabajan con niños pequeños son una especie de “flautistas de Hamelín” que deben sacar su flauta mágica y lograr que los niños se sientan embaucados por la melodía que esta produce. Cuando la flauta toca la canción de “vamos con el cuento” es fácil que los niños sigan la llamada de la música y bailen a su ritmo, ya que ellos tienen una pre-disposición positiva a que les contemos historias…pero cuando la flauta canta “vamos a sentarnos” para realizar una actividad y "vamos a estarnos quietos durante un rato"...es un poco más complicado. En situaciones cotidianas del aula no es extraño que se levanten constantemente y desconecten de la actividad si encuentran algo más divertido para entretener sus mentes.

Berto parece no escuchar la melodía de la flauta mágica y eso es algo que sus compañeros no entienden muy bien. Ellos han aprendido de alguna manera que deben bailar al son de la música que toca su profesora en momentos que no son de libre juego y miran perplejos cómo Berto hace caso omiso de cualquier instrucción que se le pueda dar. Para ellos es como si su compañero hiciera lo que le da la gana. Se preguntan el por qué está extraño y ausente, el por qué ni siquiera se interesa por ellos mismos.

Berto usa los juguetes a su manera, una manera más bien extraña para los que le rodeamos…a veces los mira y se interesa un rato por ellos y otras simplemente los ignora…a veces los lanza a cualquier lugar y otras…los retiene con sus pequeñas manitas…a veces los chupa o los muerde y otras…los ordena siguiendo su criterio personal.

Berto no habla, ni siquiera responde cuando se le llama...no parece atender a ningún estímulo verbal…a veces balbucea y otras veces grita…o llora…o rompe el silencio chillando...como si estuviera enfadado por algo que no puede expresar. Se queja cuando sucede cualquier cosa que no le agrada y se tira al suelo…Otras veces se tapa los oídos como si no quisiera escuchar lo que sucede a su alrededor.

Berto da vueltas por toda la clase sin parar y cada vez que ve una puerta abierta se lanza al espacio exterior como queriendo escapar…por eso no se le puede perder de vista, pero él no nos mira…parece que no nos ve o nos traspasa con su mirada perdida, parece como si no le interesara nuestra presencia. No sabemos si cuando desea cruzar la puerta quiere llegar a algún lugar concreto o si quiere provocar un juego para que le persigamos. El hecho es que no tiene ninguna conciencia del peligro.

Berto no controla sus esfínteres, por lo que sigue llevando su pañal y cuando le acompañamos al baño a veces expresa su malestar…Por eso debemos esperar el momento adecuado para su visita al inodoro, mantener la calma, asegurar un entorno tranquilo y agradable y emplear tarjetas con apoyos visuales claros y fáciles de entender…acompañados de un lenguaje sencillo.

Berto no se ha quedado en el comedor de la escuela todavía…pero su madre nos cuenta que le cuesta mucho probar comidas nuevas y a veces toca y huele los alimentos…si no es que se levanta con los cubiertos en mano para huir a cualquier otro lugar que no sea la mesa. En las horas de recreo y juego, puede comer cualquier cosa sin discriminar entre lo que es comestible y lo que no lo es…por lo que debemos vigilar para que no introduzca en su boca cualquier elemento que le pueda dañar.

Berto tiene miedos y fobias, que a simple vista parecen irracionales o carentes de sentido…como a ciertos dibujos animados que hacen que cierre sus ojitos y se pueda golpear a sí mismo hasta que la televisión deje de emitirlos.

Berto es capaz de vaciar la mesa de la maestra de un manotazo y tirar todos los objetos que se apoyan en ella al suelo…puede que le guste el sonido que provocan estos objetos al caer o puede que no encuentre otra manera de mostrar su enfado o frustración…quizás hasta puede que reclame la atención de los adultos, aunque él no los atienda.

Parece que Berto juega porque le divierte hacerlo, parece que le gustan mucho aquellos juegos en los que le damos vueltas, hacemos el caballito o le hacemos cosquillas mientras le cantamos un rato. Es verdad que sí que nos muestra lo que le gusta y lo que no…por lo que nos ha enseñado a que no podemos imponerle ningún juego, sino que debemos ayudarle a adaptarse a nuevos objetos y materiales que pueda manipular.

Él no rechaza nunca la mano amiga que lo lleva a diferentes espacios…ni rechaza que lo cojan en brazos y lo acaricien…cualquier cosa puede llamar entonces su atención cuando tiene enfrente un rostro que lo mira con amor…desde el pelo a unos pendientes de colores que puede que en ese preciso instante llamen su atención.

Pero…lo que Berto nos regala no tiene precio. Nos ayuda a aprender ciertos trucos para acercarnos a él…como...mirarle a los ojos y hablarle, como darle la mano para ayudarle a caminar…ya que sus piernas presentan dificultades a veces para avanzar. Nos ayuda a pensar cómo podemos explicarle con detenimiento y con dibujos la manera en la que puede utilizar diferentes juguetes y objetos de la clase, y nos ayuda también a comprender que cualquier cambio en su rutina le provoca miedo e inseguridad. Con él aprendemos que…insistiendo con amor y cariño al final termina aprendiendo lo que queremos enseñarle, es tan sólo que necesita más tiempo que los demás para interiorizar ciertas cuestiones…y precisa de otras estrategias y recursos que debemos preparar con esmero, si queremos que le resulte fácil acercarse al mundo que pretendemos mostrarle.

Nos ha enseñado que NECESITA APRENDER A HACER ÉL SOLO ALGUNAS COSAS Y NOSOTROS PODEMOS AYUDARLE…PERO...
…QUE DEBEMOS RECORDAR QUE ÉL TAMBIÉN PUEDE AYUDARNOS Y ENSEÑARNOS A NOSOTROS.

Berto es aún muy pequeño…pero seguro que con la estimulación y ayuda que requiere puede algún día mostrarnos la riqueza de su mundo interior, como Birger Sellin, un muchacho autista que no habla, pero se convirtió en escritor, o Donna Williams que cambió su estatus de paciente por la de enseñante y cuya página web podéis visitar si fuera de vuestro interés. Ella relata su vída comenzando con esta frase: “Esta es una historia de dos luchas, una para mantener fuera “el mundo”, y otra para “alcanzarlo”. Me pregunto si realmente es lo que Berto sentirá en su foro interior. Lucha…su lucha personal.

Luchemos nosotros también por abrazar otros mundos…que aún siendo lejanos a los nuestros propios, tienen la misma cabida y merecen la misma consideración.

lunes, 11 de mayo de 2015

WERT, UNA LEY DE LIBRO


Soy consciente de que puedo levantar ampollas con este texto que hoy publico, pero siento que es mi responsabilidad opinar sobre lo que la LOMCE (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa) me sugiere como docente, madre y ser activo de la sociedad.

No me cabe duda alguna de que existe una gran necesidad de proceder a la mejora continua de los sistemas educativos. Siete leyes hemos conocido en la era democrática, esta es la séptima…una ley sin consensos políticos y sociales mínimos…impositiva y que parece recoger un conjunto de medidas que tienden a restablecer, el modelo de ESCUELA SELECTIVA. 

Me pregunto...qué es lo que el sistema educativo debería priorizar…si es que debemos priorizar a los mejores…o por el contrario debemos priorizar garantizar los mismos derechos de cualquier niño, teniendo en cuenta a cada persona, en su contexto, atendiendo a la gran diversidad económica y cultural.  ¿Queremos una escuela que promueva la equidad y la atención a todos los alumnos…incluyendo a aquellos con dificultades específicas de aprendizaje? ¿Queremos una escuela adaptada a los recortes, una escuela “low cost” que dejará en el camino a muchos alumnos que “no valen para estudiar”?  ¿Queremos amparar a aquellos niños que más apoyos necesitan económica y académicamente? ¿Queremos un sistema que garantice buenos resultados…o más allá aún…una escuela donde TODOS logren buenos resultados? ¿No será mejor trabajar por la CALIDAD y la EQUIDAD partiendo de diagnósticos certeros, que recojan las necesidades de los centros, del profesorado y de los equipos directivos? Los sistemas basados en la equidad, persiguen lograr resultados óptimos con todo el alumnado, teniendo en cuenta la heterogeneidad de los mismos. ¿Cuál es el objetivo de esta ley y cómo va a responder a la diversidad de nuestro alumnado? Lo hará con reválidas que indiquen quienes son APTOS y quienes son INEPTOS…acelerando la entrada en el mundo laboral de alumnos en edades adolescentes. Además de todo esto, la competencia entre los centros puede ser brutal ya que la evaluación está destinada a marcar un ranking. Parece ser esta, una ley que haga una criba entre los alumnos buenos y los malos, escuelas buenas y malas, incrementando la discriminación y alimentando las élites.

En mi opinión, una escuela demuestra su calidad cuando garantiza los derechos de todos sus alumnos, cuando persigue la inclusión de todos…una escuela que entienda que la diversidad enriquece y que en contra de competiciones entre el alumnado debe impulsar la colaboración entre iguales que nos conduce además a desarrollar diversas competencias.
Si por capacidad entendemos la suma de saberes, habilidades o destrezas útiles para afrontar ciertas situaciones específicas de la VIDA (aptitud, talento, cualidad que dispone a alguien para el BUEN ejercicio de algo), la competencia viene establecida por la suma de distintas capacidades que hemos de aplicar en contextos muy concretos.  Una cosa es ser CAPAZ y otra es ser COMPETENTE. Si la CAPACIDAD hace referencia a un aprendizaje (desarrollo) posible, la COMPETENCIA es el aprendizaje (desarrollo) demostrado

Según uno de los responsables de PISA, hay dos aspectos que en el Estado Español se consideran como grandes debilidades. Por un lado, se subraya la costumbre de nuestros alumnos a memorizar contenidos, que a su vez tienen dificultades para realizar conexiones profundas entre las ideas que van adquiriendo. Debemos reconocer por tanto que lejos estamos de desarrollar el pensamiento abstracto. Por otro lado, dice el citado responsable, que es evidente que los alumnos se aburren en nuestras clases y que en vez de fomentar su motivación utilizando espacios que respondan a las necesidades de nuestros niños como la interacción, el trabajo en equipos, pensar, compartir, participar…con esta ley estaremos obligados a trabajar sólo para obtener resultados, para trabajar de manera individual y seguir casi exclusivamente memorizando. No habrá tiempo para CREAR, OBSERVAR, INVESTIGAR, MANIPULAR, ASOCIAR, INTERCAMBIAR, CONSTRUIR o RECONSTRUIR…aprender a MIRAR, ESCUCHAR, OLER, TOCAR y DEGUSTAREXPRESAR, VOCIFERAR o SENTIRIMAGINAR, FANTASEAR, INTUIRCOLABORAR y ENRIQUECESE así como APORTAR.

En lo referente a la evaluación, siempre hemos aprendido que debe estar ligada al proceso de aprendizaje de los alumnos…así como que debe aportar datos a cada alumno de su propio camino…si los entrenamos para autoevaluarse. Pero la evaluación no es un fin, sino un instrumento, que debe aportarnos información ANTES, DURANTE y DESPUÉS. ¿Acaso una reválida al final del curso está unida al proceso de aprendizaje?…¿No será más bien un examen que da la espalda a todo un trayecto realizado por cada alumno?

No lo digo yo…ya lo decía Jaques Delors...que “la educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él”. La educación debe sustentarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que serán, en el transcurso de la vida para cada ser humano, los pilares del conocimiento: aprender a conocer; aprender a hacer; aprender a vivir juntos y aprender a ser, un proceso fundamental que une los tres elementos anteriores. Si estas pruebas que se derivan de la aplicación de la ley van a medir el conocimiento memorizado única y exclusivamente…¿para qué nos sirven si realmente necesitamos personas que hayan aprendido a RESOLVER PROBLEMAS DE MANERA EFICAZ Y EFICIENTE? Si estas pruebas priorizan los aspectos cognitivos solamente…¿en qué lugar quedan la afectividad y la motivación del alumnado? Porque es innegable y perdonarme si me vuelvo a repetir que la emoción une la atención con el contenido.

Mientras vivimos leyendo noticias sobre la aplicación de la ley, la insumisión de ciertas familias…incluso comunidades autónomas, leemos que el director de Innovación e Indicadores de Progreso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Dirk van Damme, considera que "la idea de tener asignaturas como Matemáticas, Lengua e Historia dentro del currículo no va a durar mucho". "Los estudios del futuro van a ser más una combinación de materias, actividades y proyectos combinados de forma creativa". En Finlandia, uno de los países que mejores resultados obtiene en el Informe Pisa, algunos institutos han empezado a eliminar algunas asignaturas tradicionales. A cambio, los alumnos de 16 años estudian por proyectos en los que se aprenden los conceptos de manera global. Tienen, por ejemplo, un proyecto sobre la UE y a partir de ahí adquieren conocimientos de Lengua, Geografía, Economía, Historia y Política. ¡Vaya caos! Europa habla de competencias, diversidad, eliminación de asignaturasmientras que aquí nos hablan de exámenes de reválida que “evalúan únicamente asignaturas instrumentales y desprecian la creatividad y el espíritu crítico” o incluso se califica a las pruebas de “inútiles porque no sirven para medir el verdadero aprendizaje ni la calidad de la educación de los centros”…que es precisamente lo que la sociedad quisiera que fuera evaluado.


Ojalá que además de opinar sobre las consecuencias de la aplicación de esta ley de libro, podamos pensar cómo podemos cambiar y mejorar nuestro sistema. Seguro que muchos de nosotros hemos leído estos días noticias relacionadas al entorno doctrinal de esta ley…os dejo algunas por si os pudieran interesar.

Desplante del ministro


Plante de cinco comunidades autónomas a Wert por las reválidas y las becas


Los padres, con derecho a ver los exámenes

lunes, 4 de mayo de 2015

AY…AMA


Ay Ama, qué aventura!
Ay Ama, qué paciencia!
Ay Ama, por todos esos suspiros evocando a la ama (madre), por todas esas exclamaciones en las que se nos llena la boca con una de las primeras palabras que aprendemos casi antes de ponernos en pie…y aún seguimos utilizando por muy mayores que seamos…AY…AMA! Por ti amatxo, para ti mamá, por lo que representas madre…primer hogar de ese bebé que será quien te recordará que tu principal tarea es TU PROPIA CONSTRUCCIÓN COMO SER HUMANO. Para ti hoy parte de mi historia si me abres una ventana…mezclada con reflexiones desde el alma, desde el sentimiento de madre y también de hija, de mi para ti…compañera de fatigas. Y para ella, quien me regalo la oportunidad de vivir.

Decidí ofrecerles mi cuerpo para que vinieran al mundo, y hoy son las dos personas que más quiero en la vida…a pesar de que la cambiaran para siempre, porque SER MADRE es una aventura fabulosa y extraordinaria para mi, pero es la tarea que más responsabilidad me exige. No voy a negaros que me sentí perdida al principio, que no sabía si lo estaba haciendo bien o mal, que sentí que me sabía la teoría pero la práctica iba a mostrarme su riqueza…aún hoy lo siento muchas veces, porque todos los días se aprende que  “ni eres perfecta ni debes serlo”. Además me encanta recordar la famosa frase de Aristóteles que dice que “La duda es el principio de la sabiduría”. Vivimos rodeados de manuales de instrucciones, que nos indican cómo debemos usar los objetos que adquirimos, pero los hijos no traen ninguna guía debajo del brazo…simplemente podemos ir escribiendo cada día muestro manual particular, reflejando las dificultades que debemos sortear y los méritos que también debemos atribuirnos.

La primera vez llegué a casa tras una cesárea, con unos cuantos kilos menos, débil, aquel niño absorbía mi energía, no permitía que pudiera ni siquiera ducharme cuando lo necesitaba…era como si hubiera desaparecido de la tierra de repente, como si hubiera expulsado un ser al mundo que se convirtió en mi primera prioridad, ya ni yo misma lo era y al principio no sabía ni donde ubicarme. Con el paso de los años he descubierto FORTALEZAS que no sabía que poseía y MIEDOS que no sabía que existían. He comprendido que los niños crecen hasta cuando no les miro, que el tiempo pasa volando y que por eso prima la CALIDAD de tiempo que les dedico, más que la CANTIDAD…Me doy cuenta que hace poco estaba cambiando pañales y de repente me encuentro sentada en una mesa ante personas que opinan, que expresan su sentir y que tienen su propio criterio…y que inevitablemente deberán cometer sus propios errores, así como lo hice yo...y que si bien me nace querer protegerlos, jamás podré evitar que tengan que enfrentarse a diversas situaciones en la vida…porque deben resolver solos ya que solamente así podrán madurar, sólo así serán personas autónomas y responsables.

Quiero que sean felices, pero entiendo que para que lo sean debo hacerme cargo de serlo yo misma, que el truco no reside en vivir “POR Y PARA” ellos, sino en SER...únicamente SER lo que ya soy y EJERCER de madre y hacerlo pensando y deseando que me necesiten cada vez menos porque eso significará que los he amado para permitir que se marchen algún día, por mucho que me cueste soltar amarras. Precisamente porque ellos seguirán su camino, no debemos perder el rumbo del nuestro propio. Y necesitan que les mostremos que seguimos siendo personas, más allá de ejercer de madres también seguimos conservando nuestros propios sueños, así como ellos lo hacen. Amarnos y cuidarnos a nosotras mismas, permite que podamos amarlos a ellos, mostrarles lo que somos, permite comunicar nuestras emociones y sentimientos para que nos conozcan y reconozcan como SERES HUMANOS.

Ellos tienen su carácter, un carácter que definen con muy poco tiempo de vida, un carácter que utilizan como todos los demás, para solventar problemas cotidianos y enfrentarse al mundo. Yo también poseo el mío propio…Y sus caracteres y el mío deben encontrarse, chocar, abrazarse…CONVIVIR…en una travesía en búsqueda de nuestros propios corazones y el de los demás...para hallar la paz. Y en este camino lleno de baches y curvas, a veces pendientes en las que nos dejamos el sudor y las piernas, creo que gano relacionándome con ellos con COMPASIÓN para poder resolver los conflictos y solucionar los desafíos que se presentan diariamente…estas hostilidades que entran en el hogar sin pedirnos permiso, sin que los llamemos…porque la vida se encarga de ponernos las cosas difíciles para poner a prueba nuestra capacidad de resolución y para darnos oportunidades de aprendizaje. Ante los inevitables conflictos es cuando tengo que recordar que si bien mis hijos y yo podemos tener diferentes estrategias para satisfacer nuestras necesidades es importante que logre siempre ver la humanidad que hay detrás de ellos, aún cuando su comportamiento me disguste…y es en ese preciso momento cuando debo repetirme a mi misma que tengo que mantener la esperanza de encontrar salidas y estrategias creativas para satisfacer todas nuestras necesidades. El lenguaje de la compasión es sin duda la apuesta más inteligente, porque como leí alguna vez en un libro de Mario Alonso Puig, la compasión es la expresión de un amor incondicional, de un respeto, es buscar siempre lo mejor en los demás...en definitiva la compasión para "reír con los que ríen y llorar con los que lloran” mostrando siempre una gran solidaridad, como positiva actitud de generosidad y cuidado de los demás. Entiendo que la compasión es un sentimiento maravillosamente humano porque permite que podamos acercarnos a los demás, sin necesidad de pasar por la misma situación que ellos.

También me veo a mi misma como un diapasón, porque así como vibro yo, vibrarán ellos…y debo procurar desprender el mejor sonido, para que su diapasón mental vibre de manera positiva. Hablo de ser madre desde el corazón, …ofreciendo empatía y abriendo la puerta a la COMPRENSIÓN y CONEXIÓN más profunda porque hasta cuando comienzan a caminar entienden más de lo que pueden expresar en palabras, precisamente desde entonces debemos enseñarles el alfabeto emocional ya que es desde el piso de abajo, desde que nacen...debemos conectarnos con ellos para que nuestras propias necesidades y las suyas estén en armonía. Se trata de entender que tienen estrategias y prioridades distintas a las nuestras y que vale más un “PODER CON” que “PODER SOBRE”. No es tarea fácil, sin embargo entiendo que todo ser humano está más abierto a considerar a los demás cuando comprende las necesidades y sentimientos subyacentes del otro porque es entonces cuando puede conectarse a quien lo rodea. Y vibrar también significa mantenerme viva a mi misma, tomar decisiones para ser más feliz, aunque no les guste…porque siempre procuro transmitirles que deben alegrarse cuando sigo intentando estar siempre mejor que ayer, ya que eso significa que quiero ofrecerles lo mejor de mi misma. 

En realidad la tarea más importante de nuestro ejercicio como madres es la de llenar sus mochilas emocionales de recursos para manejarse por la vida, además de conducir nuestras propias emociones.

Utilicemos...
...nuestros ojos para mirarlos...
...nuestra boca para besarlos, para animarlos y alentarlos con nuestras palabras…para elogiarlos u orientarlos...
...nuestros oídos para escucharlos…para atenderlos...
...nuestras manos para abrazarlos y acompañarlos, o recibirlos con los brazos abiertos, acariciarlos para consolarlos cuando lo necesitan…

...pero también debemos dejarlos pensar por sí mismos, aceptarlos como son, respetarlos…en fin resumiendo se trata de AMARLOS. Se trata de construir un espacio de libertad y de amor conjuntamente. No olvidemos que somos su punto de partida…un inicio…somos o debemos ser...

ARTISTAS en acompañar a nuestros hijos en el proceso de convertirse en personas.

domingo, 3 de mayo de 2015

Feliz día de la Madre

Hoy es sólo uno de tantos y tantos días, sólo uno...pero quiero enviarte un saludo muy especial, a ti que eres madre, que con tu gran labor contribuyes a un mundo mejor.