Aún cuando la temperatura exterior era calurosa… porque en realidad estábamos en verano…tras una conversación en una terraza…con una madre de un alumno…brotaban sin cesar unas lágrimas #frías por nuestro rostro…un sentimiento #frío…puntualmente se nos quedaba el corazón #frío…momento #frío…
El #frío como consecuencia de un anuncio, un DIAGNÓSTICO con un nombre y un apellido…TDAH CONCERTA. Así se llama la enfermedad de moda y su tratamiento. Y el desconsuelo de esa madre, que se debatía entre seguir presenciando los continuos fracasos escolares de su hijo o aceptar medicarlo para poner un parche…una tirita en una herida que supuraba…y no terminaba de curarse. TDAH…TDAH…TDAH…Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Es en esos momentos cuando te sientas a leer, a veces es peor...pero no lo puedes evitar. Te quedas helada cuando lees que un 5% de niños y adolescentes entre los 6 y 17 años en la Unión Europea padecen este problema, calculas o quizás no te hace falta…la misma web te facilita el escalofriante dato...3,3 millones de niños; Pulsas la flecha de tu ordenador, para seguir engullendo datos y lees que en España, estudios recientes sugieren que el porcentaje de niños y niñas etiquetados con TDAH es de un 6,8%. Si esto es ya es preocupante y produce #frío,…peor aún es observar en tu día a día, que el problema va “in crescendo”.
Entonces recuerdas un antigüo artículo y lo recuperas, un texto en el que un famoso psiquiatra llamado Allen Frances aseguraba que “Vamos camino de ser una sociedad adicta a las pastillas”. El señor Frances relata que como psiquiatra, asume su parte de responsabilidad en todo lo que él mismo critica. Quizás se ha convertido en un renegado para muchos de sus colegas…quizás esté intentando alertarnos de que algo no funciona como debería. En su libro “¿Somos todos enfermos mentales?” se declara en guerra contra el último “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”, según el cual todos o casi todos, podríamos responder a una o varias de las nuevas enfermedades mentales catalogadas en el citado manual.
Allen Frances informa de que hay cinco enfermedades que en realidad no lo son, un quinteto que se pondrá de moda y sonará, si bien desentonado, bien alto para que lo escuchemos. Me resultan conocidas, muy familiares...de hecho casi les pongo cara, algún rostro muy cercano que alguna vez en la vida tuvo que enfrentarse a una de las hostilidades que la vida le sirvió en bandeja oxidada. Analizas y te das cuenta de que los síntomas de estas enfermedades son parte de la vida cotidiana y relees en el artículo que tienes sobre la mesa que todas ellas carecen de definiciones o tratamientos eficaces. Seguro que alguna os resulta conocida…puede que directa o indirectamente hayáis coqueteado con alguna de ellas, o tengáis relación con alguien que las padeció.
DUELO POR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO...
RABIETAS DE LOS NIÑOS...
RABIETAS DE LOS NIÑOS...
PROBLEMAS DE MEMORIA EN GENTE MAYOR...
FALTA DE CONCENTRACIÓN (TDAH)
GLOTONERÍA, OBESIDAD...
Quizás la última sí, la glotonería nos resulta familiar…Dime que sí, que alguna vez padeciste eso que llaman “trastorno por atracón”. Basta con darse una comilona a la semana durante tres meses para padecerla. No hay más que recordar las mesas de nuestras casas, si somos afortunados y podemos llenarlas, en épocas Navideñas o celebraciones familiares de diversa índole, para verse reflejado en el espejo de la glotonería. Que levante la mano quien no haya tenido la sensación de engullir un exceso de comida en alguna que otra ocasión.
Me alegra saber que este prestigioso psiquiatra afirma que “La historia de la psiquiatría es una historia de modas en los diagnósticos. De repente todo el mundo parece tener el mismo problema”. Y esto es un poco lo que sucede con el famoso TDAH. Las aulas no escapan de tener que acoger a alguno de los niños que casi llevan impreso en sus camisetas el logotipo TDAH. Algunos de ellos lo reflejan en su mirada, un par de ojos abiertos, casi demasiado, miradas artificiales, dirigidas por la ingesta de una píldora matinal, que a cambio de unos efectos secundarios poco atractivos, promete la seguridad de que el niño o niña que abre la boca por las mañanas para llevársela consigo, podrá mantener su atención en clase y mejorará sus resultados académicos.
Según el Departamento de Salud y Servicios Sociales norteamericano, el efecto genético explica una pequeña parte del trastorno, lo que atribuiría a los factores NO GENÉTICOS un papel importante. Por lo tanto, me hace pensar si realmente no es peor... “el remedio que la enfermedad”, en el supuesto caso de que estuviésemos hablando en términos de enfermedad. Factores no genéticos. Eso quiere decir que la ciencia no ha podido dar una explicación exhaustiva convincente del origen del TDAH y aún hoy en día, el debate sigue abierto.
¿Recordáis si cuando eráis niños...en vuestras aulas había compañeros medicados por hiperactividad, déficit de atención o trastornos por ansiedad?
Habréis escuchado que vivimos en la era de la información, pero yo me pregunto si…un bombardeo externo de estímulos hace a los niños más listos…o por el contrario la sobreestimulación puede llegar a crear problemas de aprendizaje. Siegel ya decía que los niños necesitan entornos “normales"..cantidades mínimas de estímulos, ya que el niño o niña tiene de por sí una capacidad innata de descubrir por sí mismo y a su ritmo el mundo que lo rodea.
“LO QUE LA INFORMACIÓN CONSUME ES BASTANTE OBVIO. CONSUME ATENCIÓN DEL QUE LA RECIBE. CONSECUENTEMENTE, UNA GRAN CANTIDAD DE INFORMACIÓN CREA UN EMPOBRECIMIENTO DE LA ATENCIÓN”. Herbert Simon.
Por otra parte, alguna vez escuché una frase que me impactó mucho que decía..." Si quieres que tus niños sean rápidos en el futuro, sé lento ahora, ralentiza". Puede que decir que debemos proteger a los niños del factor "prisa", provoque cara de asombro o más bien se dibuje en nuestra frente un signo de interrogación...¿Eso es posible?...Con todo lo que debemos hacer...como para no correr... Y yo pregunto si esperaríamos que una semilla se volviera árbol de forma inmediata... Si la naturaleza tiene sus ritmos y tiempos y los respetamos...¿Por qué no respetar los ritmos y tiempos de los seres humanos?
No seré yo quien aconseje a un padre o una madre ,cuyo hijo sea diagnosticado con TDAH, deba ser medicado o no. Invito única y exclusivamente a la reflexión,…mucha más información…mucha más estimulación…y sin embargo mucha más apatía y desánimo...#tdafrío y #mdafrío. Algo hay que no estamos haciendo demasiado bien.
#tdafrío escuchar a un padre o una madre decir que…”Hoy no le hemos dado la pastilla al niño…y ha sido maravilloso porque se ha mostrado como es él, estaba contento, ha comido con ganas…” También comprendo la satisfacción de una familia al ver que los resultados académicos de sus hijos mejoran con la toma de “la pastilla mágica” por las mañanas, que disminuye su apetito pero aumenta su concentración. Paradojas de la vida.
No dejo de pensar en un niño que tengo en el aula…que responde a todos los síntomas del famoso trastorno dentro del aula, suponiendo que deba ser sometido a observación, y…fuera de ella es completamente un niño “normal”. Un niño que disfruta del juego, de sus amigos, de una tarde de risas y conversaciones interminables… Me preocupa saber que casi podría adivinar e incluso aventurarme a hacer una lista “la lista tedea”, de futuros casos diagnosticados…condenados a depender de la toma de una solución redonda para poder vivir en un mundo quizás excesivamente cuadrado…o quizás triangular.
El niño no deja de ser niño...si bien el entorno ha cambiado...y puede que estemos obligando a nuestros niños y niñas a adaptarse al ritmo frenético de ese entorno que cada vez produce más estímulos, ese entorno que gira a toda velocidad y a veces incluso marea… estímulos que por otra parte no son necesarios para el perfecto desarrollo de nuestros niños. Puede que no tengamos que cansarnos tanto la cabeza, que no tengamos que hurgar tanto, diseñando estrategias para desempeñar el rol de “animadores” cuando llegamos a casa y nos encontramos con los niños. Es muy posible que la fórmula mágica sea mucho más sencilla y la varita produzca el efecto deseado cuando se agite al viento y pronunciando un “ abracadabra" logremos...
...DAR CALOR Y...
...ESTAR PRESENTES para ESTABLECER VÍNCULOS AFECTIVOS CON NUESTROS HIJOS E HIJAS, SONREIR, ACARICIARLES...HACER UN BIZCOCHO Y DEJARLES JUGAR CON LA MASA QUE NOS SOBRA…¡QUE SE MANCHEN LAS MANOS Y HUNDAN SUS DEDOS EN ELLA! ¡CON LAS MANOS EN LA MASA!...
...PARA QUE SEAN ELLOS MISMOS QUIENES DECIDAN …QUIENES DESCUBRAN A SU PROPIO RITMO LO QUE SU INTERIOR DEMANDA. DESDE ADENTRO HACIA AFUERA…COMO LA LEVADURA, CUANDO SE MEZCLA CON LA HARINA, OBRA DESDE ADENTRO HACIA AFUERA...