Me levanto por la mañana, hace frío ahí fuera. Lo noto porque los cristales están empañados y veo un manto blanco sobre la montaña que puedo divisar desde el balcón. Camino descalza, me gusta notar el frescor de la madera por la mañana, aunque en breve vestiré mis pies descalzos con unos calcetines para tomarme un café bien calentito. Menos mal que puedo subir unos grados el termostato; ya hace algún tiempo que obligada por las bajas temperaturas tengo que hacer uso del calor del radiador. Y aún falta para que pueda dejar de hacerlo, el invierno acaba de hacer su entrada y se presenta largo. Se templa la casa mientras ese brebaje negruzco me sabe a gloria. Música...para los sentidos, para alegrar las estancias del hogar. "Llevo ya casi una semana de vacaciones" , pienso ... Y aún quedan unos cuantos días antes de volver a las aulas. Estarán frías los primeros días... Tras varios días de estar vacías. Frío….
Pensamientos fríos repentinos, lágrimas frías que recorrían el rostro de aquella niña que tendría una Navidad diferente. Iba a vivir unas fiestas distintas. Rupturas que enfriaban su corazón. La abrazo mientras intento compartir el calor de mi cuerpo con el suyo, calor emocional, calor humano, calor hablado, susurrado, consuelo, compasión, empatía...un achuchón eterno con un "cuenta conmigo si me necesitas. Sé de lo que hablo, debes hacer tu camino".
Muchos más momentos fríos, almas en constante periodo invernal que no conocen otras estaciones, no floreció en primavera, ni siquiera sintieron el calor del sol en verano. Alguna vez cayeron sus hojas en algún otoño que precedió a su eterno invierno.
Sientes frío cuando sabes que detrás de una cara angelical se esconde un padre con una orden de alejamiento por conducir ebrio mientras lleva amarrado a su niño en la silla acomodada en la parte trasera de su coche.
Se te hiela la sangre de frío cuando percibes que bajo la agresividad de una criatura divina se esconde un adulto que se gana la vida traficando con substancias tóxicas.
Añade frío si alguna vez has sentido que en tu aula cuentas con alguien que odia la escuela, porque no siente que sea su lugar. Y se cruza de brazos cada día para que nadie franquee su muro de contención. De oca a oca, de fracaso en fracaso...¿cómo templar su vida?
Hace frío cuando escuchas que entre los adolescentes incrementan las amenazas, por cuentas pendientes, dineros robados a cambio de lo que ellos llaman "un viaje al cielo" sin percatarse de que están sumidos en el abismo negro, el negro más oscuro.
Y sigues sintiendo frío porque escuchas que está de moda ligarse al tipo duro entre las adolescentes, tipo celoso e incluso con un punto de maltratador , que es visto como un galán rebelde, que juega a querer cuando lo que en realidad está destruyendo un alma inocente, incrédula e ignorante que está absorbida por una especie de demonio, pensando que vive un amor romántico.
El frío incrementa cuando visualizas la mirada del rencor, quizás entre los mismos niños o entre padres y madres que se enfadaron alguna vez y no se concedieron el beneficio del perdón.
Frío cuando notas que alguien trabaja sin implicarse del todo, a quien no le importa por donde pasar y qué flores pisar con tal de ascender la escalera de su particular vida miserable, falta de vocación por la profesión que ejerce…que no asume que por encima de su éxito profesional basado en un modelo de sociedad competitiva debe estar su éxito personal basado en la profesionalidad del día a día. Y además de eso recibe más frío si tus oídos escuchan un “No hay nada que hacer con…"
Mucho frío disfrazado de asombro cuando los gobiernos y políticos deciden ahorrar en educación para hacerse millonarios en ignorancia. Y en consecuencia, algunos docentes enfadados, se afincan en la queja constante y ni siquiera valoran el reconocimiento a la labor de educar…¡Qué gran labor!
Es un tipo de frío que ni siquiera subiendo la graduación del termostato se templa, frío que solamente tiene remedio si se utilizan las caricias emocionales, las palabras que curan y la sonrisa de la comprensión.
Echa una mano a quien viva su particular invierno o infierno, porque si algo cura es la calidad en las relaciones humanas y el AMOR QUE PUEDES EMANAR DESDE TODOS LOS POROS DE TU PIEL. Abriga los corazones ajenos porque TU fragancia puede ser cálida y envolvente, TÚ que puedes ser primavera florida llena de humanidad. TÚ que puedes mantener la llama de un optimismo en el horizonte educativo.
Existen los docentes que yo llamo D+E, que saben conjugar al unísono acciones como “diseñar” y emocionar”. Su foco de atención son siempre los que tienen en frente todos los días, y su interés primordial son sus preocupaciones, ilusiones, necesidades y posibilidades...que aún encerrados en cuerpos chiquitos, son de gran relevancia. Mirar hacia lo HUMANO nos hace al mismo tiempo más HUMANOS y portadores de CALOR, ese calor que combate el frío de las almas incomprendidas.
Si el FRIO existe es porque también existen los ABRAZOS.